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La Universidad de Morón busca mejorar las condiciones nutricionales de niñas, niños y embarazadas en situación de vulnerabilidad

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Junto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y Lipotech, una empresa argentina líder en fortificación de leches, la Universidad de Morón (UM), trabaja en ensayos de campo, impacto y organización de resultados para la aplicación de un plan nutricional que fue un éxito en Cuba. Unen fuerzas para desarrollar un suplemento nutricional innovador en nuestro país.

“Se trata de una iniciativa de carácter público-privado, que nos llena de orgullo, ya que lo que buscamos es producir un suplemento nutricional de fácil administración y bajo costo, que no solo contribuya a conservar la salud de colectivos poblacionales en situación de vulnerabilidad, sino que también implique una experiencia de consumo agradable. Este último punto no es menor, ya que cuando el sabor y la textura son aceptados, resulta en una mayor efectividad para controlar carencias de nutrientes, sobre todo en niños y niñas en edad escolar”, sostuvo al respecto Gabriela Leiton, Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Morón.

Es sabido que una buena alimentación es la primera defensa contra las enfermedades y la fuente de energía necesaria para vivir y estar activo; sin embargo, poco se habla de los problemas nutricionales causados por una dieta inadecuada, que pueden ser de diversos tipos y, cuando afectan a toda una generación de niños y niñas pueden reducir su capacidad de aprendizaje, comprometiendo así su futuro y perpetuando un ciclo generacional de pobreza y malnutrición con graves consecuencias para los individuos y los países. En este sentido, según afirmaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), un niño bien nutrido tiene un 33% más de posibilidades de salir de la pobreza.

La OMS advierte también que, a nivel mundial, 1 de cada 3 mujeres en edad reproductiva padece anemia y el principal factor desencadenante es la ingesta deficiente de hierro. En personas embarazadas, las consecuencias de la deficiencia de micronutrientes como el hierro y zinc provocan, entre otras cuestiones, un aumento en la incidencia de partos prematuros, llegando a producirse -en los casos más graves- mortalidad materna y/o fetal. Por otro lado, los niños que nacen sin una adecuada cantidad de hierro en sus depósitos o aquellos que no tienen una ingesta adecuada de hierro y/o zinc durante su crecimiento pueden poseer un menor desarrollo intelectual y psicomotor con retardo en su crecimiento que, dependiendo de las circunstancias, puede llegar a ser de características irreversibles. En los adultos, estas deficiencias pueden causar una disminución del rendimiento psicomotor e intelectual, produciendo una significativa reducción en la capacidad de trabajo y en consecuencia un descenso en la productividad, acarreando de esta manera serias consecuencias a nivel sanitario, social y económico.

Por su parte, diversas investigaciones han demostrado que la fortificación de alimentos y la producción y distribución de suplementos son las medidas más efectivas contra las deficiencias nutricionales. Los suplementos permiten administrar una cantidad óptima de nutrientes por dosis o porción y su administración resulta la manera más rápida de controlar carencias de micronutrientes en individuos o poblaciones identificadas como deficientes.

El Banco Mundial pudo estimar que las pérdidas ocasionadas por la carencia de micronutrientes, en donde la deficiencia de hierro y zinc poseen la mayor prevalencia, representan -en incapacidades y muertes- un costo del 5% del Producto Bruto Interno (PBI) en aquellos países que se encuentran significativamente afectados por estas deficiencias nutricionales. Por su parte, soluciones como la fortificación de alimentos o suplementación representa solo un costo del 0,3% del PBI, con una relación costo/beneficio cercana a 1/20, esto significa que cada dólar invertido en prevención de deficiencias nutricionales, evita gastar 20 dólares en mitigar sus consecuencias.