Alentado por una disposición de AFA, el club de Isidro Casanova sumó una nueva disciplina que les brinda un espacio de desarrollo a los chicos con capacidades diferentes. “La actividad consiste en usar al deporte como herramienta inclusiva”, detalla el coordinador, Adrián Vizcarra.
Con el entusiasmo como motor supremo, una treintena de chicos con capacidades diferentes dieron el puntapié del “fútbol inclusivo” en Almirante Brown, una disciplina que apunta a utilizar el deporte como un espacio de desarrollo y contención. Así lo entiende Adrián Vizcarra, uno de los impulsores del proyecto que está dando sus primeros pasos en el club matancero. “La actividad consiste en usar al deporte como herramienta inclusiva”, resume en diálogo con El1 Digital.
La implementación de la disciplina obedece a una disposición de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y está orientada hacia chicos y jóvenes de ambos sexos, a partir de los seis años de edad. Aquellos interesados deberán presentarse en la Ciudad Deportiva e inscribirse con el apto físico en mano.
Vizcarra (46 años) no es un improvisado en la materia: desde hace tres años encabeza un proyecto similar en González Catán, bajo el nombre de “Titanes”. Sin embargo, la posibilidad de realizarlo en el Mirasol, con la visibilidad y la repercusión que genera la institución, representa un guiño seductor. “Este tipo de proyectos necesita una pantalla como la que puede otorgar Almirante”, remarca.
“La actividad consiste en usar al deporte como herramienta inclusiva”
“Me convenció la falta de oportunidades que tenían los chicos en La Matanza y la falta de un espacio inclusivo en la zona. Para nosotros, era un anhelo estar en un club como Almirante Brown. Muchos de los chicos son hinchas de Almirante y van a cumplir el sueño de ponerse la camiseta del club”, se entusiasma.
El grupo de trabajo está compuesto por profesores de Educación Física, entrenadores, profesores de educación especial y un equipo de asistencia psicológica y de recuperación de adicciones.
El rodaje y los objetivos crecen día a día. El sueño de ponerse la casaca aurinegra alcanza tanto a los chicos como a los profes. “Creo que, cuando debutemos en la Liga, vamos a tener que trabajar más en lo emocional que en lo deportivo”, arriesga.
Fuente: El1Digital
