Con dos semestres marcados por la irregularidad y a la vez ambos transitaron entre la ilusión y el sufrimiento.
Por Charly Artesi
El 2019 comenzó con buenas expectativas. El primer equipo era conducido por la dupla Alejandro Méndez y Walter Pico, que habían reemplazado a Walter Otta sobre el final del año anterior. Tres empates y un triunfo (ante Quilmes) invitaban a ilusionarse con ingresar al Torneo Reducido.
Después siguieron dos empates y tres derrotas, el promedio del descenso disminuyó demasiado y la ilusión se transformó en sufrimiento por no perder la categoría. A pesar del empate ante Nueva Chicago como local, las derrotas ante los dos Brown, el de Adrogué y el de Madryn más la goleada sufrida ante Ferro (5-1) marcaron la partida de los técnicos.
Como si el mal momento no fuera poco, también se fue el Presidente Alberto Meyer. Diferencias insalvables con sus pares de Comisión Directiva lo obligaron a renunciar. Así, el Vicepresidente Roque Labozzetta ocupó la presidencia por el resto del período vigente. En los tres últimos partidos el equipo fue dirigido por otra dupla: Sebastián Sibelli y Alejandro Chiche Migliardi.
Fueron tres triunfos seguidos para que El Gallo se quede en el Nacional. El último ante Los Andes (3-0)m en el Nuevo Urbano y con triplete de Damián Akerman.
En la segunda parte del año se renovó la ilusión pero con nuevo técnico. La llegada de Arnaldo Sialle (con cuatro ascensos al Nacional) generó buenas expectativas. Con cuatro triunfos, cuatro empates y una sola derrota, Deportivo Morón estaba en la parte alta de la tabla. Pero en la parte final todo cambió para mal. Fueron cinco derrotas y una sola victoria que dejaron a Dep. Morón fuera de la Copa Argentina y también sin técnico. Sialle fue reemplazado por otra dupla: Sebastián Sibelli y Sergio Chino Lara.
En lo institucional, sobre el fin de año, los Socios aprobaron el nuevo Estatuto del Club y habrá elecciones en mayo próximo. En tanto Dep. Morón intentará mantenerse en el Nacional pero sin perder la ilusión de ir por más.
